"Existen diferentes estrategias para mitigar los efectos del cambio climático y las actividades antropogénicas que amenazan la salud y persistencia de los arrecifes de coral. Una de estas estrategias está enfocada en el uso de bacterias con capacidad probiótica que mejore la respuesta de los corales ante el aumento de la temperatura, la contaminación y/o el brote de enfermedades. Esta estrategia se basa en el aislamiento de bacterias a partir de corales que han estado bajo estrés y que se han aclimatado o adaptado a esta condición.

Se cree que, al adicionar bacterias probióticas en los corales, se podrían potenciar la respuesta y salud del coral holobionte. Una fuente promisoria parecen ser los corales urbanos los cuales viven bajo las condiciones subóptimas de las zonas costeras. Así, la identificación de rasgos probióticos es esencial para seleccionar la formulación más apropiada, y deben incluir características como:

1) la producción enzimas (p. ej., las catalasas) y pigmentos antioxidantes que faciliten una mejor respuesta del coral al estrés oxidativo.

2) la síntesis de compuestos antimicrobianos y disruptores de la comunicación bacteriana que inhiban o mantengan controlados los patógenos cuando el coral está estresado.

3) la producción de sideróforos que ayuden a aumentar la disponibilidad de nutrientes esenciales como el hierro que las algas simbiontes del coral requieren después de los eventos de blanqueamiento.

A pesar de esta importancia, hasta la fecha se han realizado pocos estudios para evaluar el potencial de diferentes corales como fuentes de bacterias beneficiosas. Así, el presente estudio plantea identificar aquellas bacterias nativas del coral urbano Madracis auretenra que muestren mayor potencial para elaborar una formulación probiótica para corales, con base en el tamizaje de diferentes rasgos probióticos putativos y otros criterios de selección.

Se espera restituir un banco de aislados bacterianos obtenidos del coral M. auretenra en un estudio piloto, y llevar a cabo ensayos cuantitativos para comparar sus actividades; se seleccionarán las bacterias que muestren mayor actividad, cinética de crecimiento y que no sean potenciales patógenos para humanos y organismos marinos, y así finalmente, definir y ensamblar el consorcio bacteriano con los aislados probióticos teniendo en cuenta que no exista antagonismo entre los miembros del mismo. Se espera que este trabajo contribuya en un futuro a probar esta fórmula probiótica en experimentos controlados, y de esta manera, escalar su aplicabilidad con fines de conservación y restauración coralina."