Las relaciones mutualistas son fundamentales en el funcionamiento y mantenimiento de la diversidad de los ecosistemas naturales. Una de estas son las relaciones planta-frugívoro, donde por ejemplo en el bosque tropical se ha registrado que más del 70% de las especies leñosas son dispersadas por animales.

A su vez, estas relaciones no se dan entre pares de especies, sino que involucran a muchas más, formando redes complejas de interacción. Se han encontrado patrones estructurales de estas redes, entre los que se resaltan el anidamiento y la modularidad, los cuales brindan robustez a estos sistemas ante posibles perturbaciones.

También se ha evidenciado que actividades antrópicas como la fragmentación y pérdida del hábitat causan la desaparición de frugívoros importantes para el funcionamiento del bosque; esta pérdida de especies puede tener efectos cuantificables en la estructura de las redes de interacción, donde dicha cuantificación puede ser útil en la elaboración de planes de manejo y evaluación de susceptibilidad de los ecosistemas.

Sin embargo, a pesar de los valiosos aportes en materia de conservación que el estudio de las redes de interacción puede proporcionarnos, hasta el momento es un tema poco abordado dentro de la ecología y mucho menos cuando hablamos de redes frugívoro-planta en el Neotrópico.

El presente proyecto está enfocado desde el estudio de las redes de interacción en diferentes estadíos de sucesión, el cual nos podría ayudar a identificar cuáles especies son importantes en la regeneración del bosque; adicionalmente, la estructura de estas redes puede ser un excelente indicador de la recuperación de la funcionalidad de estos sistemas. Por lo anterior, este proyecto tiene los siguientes objetivos: i) Identificar los cambios estructurales de la red de interacción en tres estadíos sucesionales en términos de anidamiento y modularidad; y ii) Identificar cuales especies (aves y plantas) son claves en el proceso de regeneración del bosque.