Ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional de Colombia, su paso por la dirección del Instituto de Fomento Agropecuario, IFA, le permitió vislumbrar, con un agudo sentido técnico y empresarial, el enorme potencial de que disponía nuestro país para el desarrollo de la agroindustria de la palma de aceite, convirtiéndose en un entusiasta animador de proyectos pioneros alrededor de los cuales se aglutinaron, en ese entonces, jóvenes profesionales comprometidos con la causa de los hombres del campo.