Premio Ciencias - Ciencias Sociales y Humanas - 2020

Ríos que cantan, árboles que lloran. Imágenes de la selva en la narrativa hispanoamericana


Autor(a): Leonardo Ordóñez Díaz
Video del Premio

Reseña

"Las selvas tropicales son ecosistemas complejos de incalculable riqueza biológica y cultural cuya perduración está en riesgo debido a las amenazas que pesan sobre ellas en el contexto de la globalización.

La presente investigación indaga por la forma en que nuestras representaciones e imaginarios del mundo selvático han ejercido un influjo decisivo en los procesos de deforestación y deterioro que asedian a los bosques húmedos del continente.

El trabajo se basa en un estudio detallado de las narrativas hispanoamericanas de la selva publicadas durante el último siglo, rastreando allí la historia de los estereotipos a raíz de los cuales las selvas y sus pobladores han sido vistos y tratados con desprecio desde los tiempos de la conquista. Dicho ejercicio permite documentar en detalle el surgimiento y la difusión de las prácticas nocivas de explotación que tienen las selvas al borde del colapso.

A lo largo del texto se examinan las relaciones económicas y ecológicas desiguales que subyacen al declive de las selvas tropicales, así como la inscripción de dichos procesos en el seno de los procesos de modernización. Si bien se trata de una investigación basada ante todo en textos literarios, los análisis efectuados se sustentan con las contribuciones de varias disciplinas relevantes, en especial la ecología política, la historia ambiental, la biogeografía, la antropología cultural y la filosofía ecológica.

A través de este lente interdisciplinar, el trabajo arroja nueva luz sobre varios de los temas centrales de la historia de las ideas en América Latina −el conflicto de «civilización» y «barbarie», las tesis sobre el carácter «maravilloso» o «mágico» de la naturaleza americana, los debates sobre la «hibridez» y el «mestizaje» de nuestras sociedades− que hasta la fecha no habían sido examinados desde una perspectiva ambientalista.

A la luz de los resultados obtenidos se aprecia cuánto tienen para aportar las narrativas de la selva en la encrucijada histórica que ahora vivimos, ayudándonos a conjurar el influjo de los imaginarios tradicionales sobre el mundo selvático y permitiéndonos entender mejor la riqueza del bosque tropical y la urgencia de su preservación.

El estudio atento de estas narrativas proporciona conocimientos y saberes de inestimable valor para entender el papel crucial que juegan los ecosistemas en el mantenimiento de un ambiente hospitalario para la vida humana.

El trabajo muestra, en suma, cómo los textos literarios sobre la selva iluminan los lazos de interconexión que existen entre la actual mutación ecológica de la biosfera, la pérdida de las tradiciones ancestrales y el declive de la diversidad biocultural, a la vez que dan pistas sobre posibles estrategias de solución y estilos de vida alternativos."


Más información sobre el premio

  1. ¿Cómo surgió en usted la inquietud por la investigación científica?
    Desde pequeño me ha interesado mucho aprender, conocer, estudiar, saber. También, desde pequeño me he hecho preguntas sobre cosas que para las demás personas que me rodeaban no generaban inquietud, es decir, cuestionaba lo que usualmente las demás personas daban por obvio o tenían normalizadas. Siempre me han llamado la atención las ideas que parecen evidentes y que supuestamente no merecen reflexión. Ese interés por desnaturalizar las cosas, por ver lo cotidiano con extrañeza, con el tiempo supe que era una de las claves para ser un investigador.
  2. ¿De qué manera incidió su familia en su disciplina al estudiar?
    Mis padres siempre nos inculcaron el amor por el estudio y el aprendizaje, así como la disciplina cuando uno se propone cosas o asume tareas. 
  3. ¿Dónde transcurrió su infancia? 
    En Medellín.
  4. ¿Si no hubiera estudiado música, qué otra cosa hubiera estudiado? 
    Me gusta lo que tenga que ver con inventar, descubrir o conocer. La imagen del científico con bata y despelucado, descubriendo cosas en su laboratorio, siempre me llamó la atención. Tal vez hubiera estudiado bacteriología (si hubiera sabido que eso existía) o algo semejante.
  5. ¿Por qué estudio música?
    Desde muy pequeño mis padres me ingresaron a clases de música junto a mis dos hermanos. Ese inicio temprano con la música hizo que los tres hermanos termináramos dedicándonos a ella. Más que una escogencia, la música era ya parte de nuestras vidas cuando llegó la hora de escoger carrera.
  6. ¿Cuáles fueron sus opciones para escoger su carrera universitaria, su universidad y su campo de investigación?
    Cuando me decidí a estudiar música mi papá me dijo: “está bien, pero se va para Bogotá a estudiar a la Universidad Javeriana”. Eso sucedió porque en esa época el programa de música en la Universidad de Antioquia, que era el único que había en Medellín, estaba en medio de problemas muy graves, y el nivel no era destacado. Además, en Bogotá tenía una tía que me podía recibir mientras realizaba los estudios. A ella le agradezco muchísimo. Gracias Mona.
  7. ¿Tuvo que sortear algún obstáculo para comenzar, continuar o terminar sus estudios?
    Tuve una dificultad importante cuando estaba en la mitad de mis estudios doctorales. En ese momento era docente de planta en el Departamento de Música de la Universidad Javeriana en Bogotá. Infortunadamente, es muy común que en los programas de educación musical en muchos países los investigadores no seamos muy bien vistos, porque a veces somos percibidos como una amenaza o como personas que no pertenecemos al campo. En la Javeriana fui retirado de la institución con el argumento: “usted ya no es músico, ya es un científico social”. Así que, de un día para otro, después de 14 años de labores, fui excluido de la institución por ser investigador. Eso fue difícil porque estaba cursando el doctorado precisamente con una beca de la Universidad, la cual se interrumpió también en ese momento. Tuve que cambiar de ciudad, conseguir recursos económicos para terminar el doctorado, y buscar trabajo en otro lugar, y afortunadamente encontré una opción en la Universidad de Antioquia, a la cual pertenezco ahora. Los investigadores musicales por lo general ocupamos un lugar incómodo en las universidades porque la tradición de educación musical formal suele estar muy cercana a las lógicas de los conservatorios, y muy alejada a las lógicas críticas e investigativas de las universidades.
  8. ¿Qué hace en sus ratos libres? 
    Leo, veo partidos de fútbol y hago ejercicio.
  9. ¿Qué otro vínculo tiene con la sociedad, además de la Academia? [ejem: empresas, comunidades de base, asociaciones]
    Tengo un proyecto musical con mis dos hermanos que se llama Aguaelulo Trío, en el cual hacemos una reinterpretación de las músicas tradicionales del Pacífico norte y sur colombiano. Nos pueden encontrar en redes como Aguaelulotrío.
  10. ¿Piensa seguir investigando sobre el mismo tema? ¿Qué otros temas le interesan? 
    Los temas que me apasionan son las músicas populares y tradicionales colombianas. Tengo algunos proyectos en mente que espero poder desarrollar próximamente.
  11. ¿Explique, por favor, de manera sencilla de qué se trata lo que investiga y para que le sirve a la humanidad?
    Se trata de comprender la sociedad a través de un elemento simbólico muy importante, en este caso la música. Dicho en otras palabras, me interesa comprender la música en relación con la sociedad. En nuestro caso es muy relevante porque Colombia no se conoce mucho a sí misma en términos culturales, y conocernos es un paso necesario para poder reconocernos en la multiculturalidad, y para poder respetarnos y lograr un futuro en común. La música es un excelente vehículo para conocer las sociedades. En eso estamos en mora en Colombia.
  12. ¿Cuál es su sugerencia para cualquier gobierno en cuanto a temas de investigación y ciencia?Primero, que procuren tomar sus decisiones y proponer las políticas públicas con base en criterios más científicos y menos políticos (en un sentido estrecho del término política). Es triste ver cuando la investigación y la ciencia recomiendan unas cosas, pero los gobiernos asumen otras. 
    También recomiendo que se piense la investigación y la ciencia de una manera más amplia, que aborde por igual las ciencias sociales y humanas y no privilegie tanto a las ciencias básicas. Por ejemplo, el Ministerio de Ciencias se ha enfocado en las ciencias básicas, tiene becas para ellas, y hace poco abrió unas becas también para lo que ahora llaman “investigación-creación” en artes. Es interesante que hayan abierto esa opción para las artes, pero no tienen convocatorias para las ciencias sociales y humanas. Es como si para el Minciencias solo unas disciplinas fueran “verdaderas” ciencias. Esa distinción y jerarquización, tan positivista, es un lastre enorme que sufrimos día a día quienes hacemos ciencias sociales y humanas. En resumen, considero que todas las áreas científicas deberían tener el mismo trato, con equidad presupuestal. 
  13. ¿Qué necesitamos en Colombia para que la ciencia y la investigación sean un quehacer desde la infancia?
    Lo primero sería tener una educación menos técnica y más en formar el pensamiento crítico. Necesitamos más estudiantes que se hagan preguntas, que no crean todo ciegamente, que cuestionen, reflexionen y aprendan a argumentar. Eso debe hacerse en todos los niveles educativos, pero parece que estamos dejando ese pensamiento crítico solo para los posgrados.
  14. ¿Cuál es su héroe en el mundo de la ciencia? 
    Carlos Miñana, un músico y antropólogo que ha realizado enormes aportes a la investigación en música en Colombia.
  15. ¿Qué música escucha? 
    Me gustan mucho las músicas tradicionales colombianas (especialmente las de las costas), la salsa, el rock y el pop. Pero mis hábitos de escucha suelen estar muy relacionados con la investigación que esté realizando en cada momento. Es decir, por ejemplo, cuando realicé una investigación sobre la música de gaitas, solo escuché música de gaitas durante unos dos años. Cuando me sumerjo en una investigación, por lo general intento escuchar solo la música que estoy investigando, porque es la forma de lograr una compenetración con el tema de estudio.
  16. ¿Qué es un científico? 
    Es una persona que está siempre haciéndose preguntas, cuestionando, intentando mirar las cosas con otros lentes, abierto a descubrir nuevas cosas y replantearse lo que creía que ya tenía claro, y, sobre todo, muy preocupado por el rigor en la argumentación.
  17. ¿Qué se ve haciendo dentro de 20 años? 
    Me imagino realizando más investigaciones y grabando más discos con Aguaelulo Trío.
  18. ¿Qué otro talento tiene? 
    Equivocarme.

Para ampliar la información sobre el ganador y la investigación galardonada haga clic aquí

Fundación Alejandro Ángel Escobar © 2025 -  desarrollado por: movipixel.com
crossmenuchevron-downchevron-right linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram